Esta es una de las preguntas frecuentes de todo el que se pone lentillas por primera vez, así que si eres nuevo en el uso de lentes de contacto, seguramente te la hayas hecho. No te preocupes: las lentillas no pueden perderse en el interior del ojo. Es imposible. La membrana interior de los párpados, llamada conjuntiva, se extiende hasta la parte posterior del globo ocular, cubriéndolo y evitando que cualquier cuerpo extraño pase más allá de la parte blanca. Por eso, en la mayoría de los casos que te entra polvo o una pestaña, el ojo utiliza las lágrimas para terminar expulsándolo hacia el exterior.
Lo mismo ocurre con las lentillas. Pero las lentes de contacto blandas, además, están fabricadas con materiales suaves y flexibles como el hidrogel o hidrogel de silicona, que no sólo facilitan su expulsión, sino que garantizan que no inflingen ningún daño al ojo pase lo que pase. Lo cual no quiere decir que no sea molesto, claro, ya que puede generar enrojecimiento o visión borrosa. La lentilla puede quedarse atascada, por ejemplo, al frotarte el ojo o si te has ido a dormir con lentillas. Sigue leyendo para saber cómo sacar una lentilla del ojo si se ha quedado dentro.