¿A quién no le ha pasado alguna vez? Te acabas de levantar, estás en el baño con la esperanza de volver a ver con claridad y, sorpresa, te das cuenta de que la lentilla está rota. Romper una lente de contacto es algo frustrante y también caro, sobre todo para usuarios de lentillas mensuales y quincenales, ya que tienen que reemplazar una lentilla que iba a durar mucho más que un día. Hay usuarios que se la ponen de todas formas y siguen como si nada, pero es nuestro deber advertirlo: llevar una lentilla rota en el ojo puede ser muy, pero que muy perjudicial. Por favor, no lo hagas.
Si la lentilla ya está rota al abrir el blíster, lo mejor es tirarla de inmediato y recurrir a nuestra garantía de sustitución gratuita de lentillas. Sin embargo, si se te rompe en el ojo es otro cantar, ya que muchas veces puede que ni te des cuenta o no sea por tu culpa. Si eres incapaz de comprender por qué se rompen las lentillas, no te preocupes, en este artículo hemos reunido varios consejos muy sencillos para evitar que ocurra.