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Conjuntivitis

La conjuntivitis es un problema común de la vista que puede ser tratado y evitado tomando una serie de precauciones. La conjuntivitis puede pasar a cualquier edad pero es más común en estudiantes ya que están en estrecha proximidad con los otros.

Qué es la conjuntivitis

La conjuntivitis es la inflamación de la capa conjuntiva, membrana mucosa que recubre el interior de los párpados y que se extiende a la parte anterior del globo ocular. A pesar de que la conjuntiva es transparente, contiene vasos sanguíneos que se superponen en la esclerótica. Cuando ocurre una inflamación en los vasos sanguíneos de la conjuntiva que hacen que se dilaten, ésta se inyecta en sangre y por eso se ponen los ojos rojos.

Causas de la conjuntivitis
  • Víricas: al igual que los catarros, la conjuntivitis vírica es causada por un virus y es extremadamente contagiosa. Aunque te pueden prescribir un medicamento para tratarla, la conjuntivitis viral puede desaparecer tras un par de días sin medicación.

  • Alérgicas: este tipo de conjuntivitis puede ser causada por varios irritantes como los ácaros. La conjuntivitis alérgica puede darse cambios temporales en el ambiente, como el polen en primavera.

  • Bacteriana: causada por un virus, la conjuntivitis bacteriana puede ser la responsable de daños considerables en los ojos sino se trata.

Los síntomas de la conjuntivitis

Un primer síntoma de la conjuntivitis es que los ojos se enrojecen, pero hay otros síntomas que pueden indicarlo:

  • Conjuntivitis viral: sensibilidad a la luz, los ojos pueden ponerse muy llorosos y arderle. Este tipo de conjuntivitis es altamente contagiosa ya que puede pasarse al estornudar y toser. Ambos ojos pueden infectarse.

  • Conjuntivitis por alergia: los ojos que están infectados de este tipo de conjuntivitis habitualmente están llorosos y sufren de picazón. Los ojos también pueden volverse sensibles a la luz y ambos ojos se infectan, pero este tipo de conjuntivitis no es contagiosa.

  • Conjuntivitis bacteriana: se producen secreciones pegajosas y amarillentas o verdosas en el ojo. Este tipo de conjuntivitis puede hacer que los párpados se peguen. Es altamente infecciosa y debes lavarte las manos cada vez que te toques los ojos.

Cómo tratar la conjuntivitis

El tratamiento de la conjuntivitis depende del tipo de conjuntivitis que tengas:


Conjuntivitis viral: como las conjuntivitis virales pueden irse de manera natural al cabo de unos días, no es necesario medicarse. Puede aliviar el malestar de la conjuntivitis viral mediante la aplicación de una toallita húmeda para el ojo varias veces al día.


Conjuntivitis alérgica: gracias a los medicamentos para la alergia, este tipo de conjuntivitis puede ser tratada. Tomando sus medicinas antes de que la temporada de alergias empiece, puedes prevenir la conjuntivitis alérgica.


Conjuntivitis bacteriana: si tienes conjuntivitis bacteriana, un oculista puede prescribirte ungüentos o gotas antibióticas para los ojos.


Muchas otras condiciones pueden ser provocadas por la conjuntivitis, como la blefaritis, los ojos secos e infecciones de los ojos. La conjuntivitis bacteriana puede ser causada por mayores problemas del ojo como úlceras corneales que pueden terminar en pérdida de vista. Tan pronto como notes que tus ojos se enrojecen e irritan, deberías acudir a un especialista. Si usas lentillas, debes quitártelas y usar gafas hasta que un oculista te haya realizado una revisión.

Cómo prevenir la conjuntivitis

Nueve maneras de prevenir la conjuntivitis:

1. No compartas toallitas, toallas de mano ni pañuelos.

2. Cuando estornudes, tápete la nariz. Debes evitar tocar o frotar los ojos.

3. Las lentillas de colores o de fantasía nunca deben ser compartidas, ni con familiares ni con amigos.

4. Lavándote las manos no transmitirás la conjuntivitis. Si trabajas estrechamente con muchas personas, deberás lavarte las manos frecuentemente.

5. Lleva contigo una botella de desinfectante para las manos en tu bolso o mochila.

6. Pregunta al médico cómo tratar la conjuntivitis antes de la temporada de alergias.

7. Sigue los consejos de tu óptico u oculista sobre el cuidado de las lentillas y cuándo reemplazarlas por un nuevo par.

8. Si habitualmente vas a nadar, las gafas pueden prevenir la conjuntivitis causada por los micro-organismos y bacterias en el agua.

9. Las lentillas deben ser quitadas antes de ducharse para que las bacterias no puedan introducirse en los ojos o lentillas.

Incluso si sigues todos y cada uno de estos consejos preventivos, puedes padecer de conjuntivitis. Si tu hijo tiene conjuntivitis, informa a los profesores. Los niños deberían quedarse en casa para que la conjuntivitis no se contagie al resto de niños. El médico puede avisarte cuándo la conjuntivitis no es infecciosa.

Cuando creas que sufres de una leve conjuntivitis, es igualmente importante que acudas a un especialista ya que puede convertirse en una condición mucho más seria.

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