Todos deberíamos ser más conscientes del esfuerzo y los riesgos a los que sometemos a nuestros ojos cada día. La sequedad ocular es un fenómeno común. Más de 1 de cada 4 personas en todo el mundo experimenta los síntomas del síndrome del ojo seco, que incluyen irritación, visión borrosa, sensación de arenilla, ojos cansados y escozor. Los pacientes con ojo seco son 3 veces más propensos a padecer dificultades en las actividades diarias (ver la televisión, trabajar con el ordenador, leer, conducir por la noche) que los pacientes que no sufren este síndrome.
La importancia de usar lágrimas artificiales
Las 6 situaciones más comunes que someten a nuestros ojos a presión
Tiempo frente a la pantalla
Hoy en día, es posible que te encuentres frente a una pantalla con más frecuencia que nunca. Puedes culpar a la pandemia o simplemente a vivir en la era digital, pero en cualquier caso, esta es la realidad que todos vivimos. ¿Realmente querrías interrumpir tu episodio favorito de Netflix de esa serie de la que todo el mundo habla simplemente para darle un descanso a tus ojos? ¿O tendrías alguna vez tu teléfono apagado durante más de unos minutos y te arriesgarías a perder algún mensaje, videollamada o publicación en las redes sociales? Sabemos que tu respuesta es probablemente no. Sin embargo, tus ojos no estarán de acuerdo al final del día, y la fatiga visual digital (sí, se llama así) aparecerá inevitablemente en algún momento.
Temporada de alergias
Aquellos que la padecen sabrán que la alergia puede darse en cualquier estación, aunque es más frecuente que se produzca durante las estaciones de primavera y verano. Suele manifestarse con síntomas como secreción nasal y picor de ojos. La alergia se produce como reacción al polen de la hierba, los árboles y las plantas, pero también al polvo o al moho. Aunque no es especialmente peligrosa, la alergia puede ser molesta e impedirte disfrutar de tus actividades favoritas al aire libre. Si tienes la tentación de frotarte los ojos para aliviar la sensación de picor, debes abstenerte de hacerlo, ya que puedes empeorar la situación al transmitir la suciedad y las bacterias de las manos.
Época de fuertes vientos
¿A quién no le gusta pasear por el parque, sobre todo en otoño, cuando los colores que nos rodean son tan vivos? Pero, ¿cuántas veces el viento se interpone en el disfrute de nuestro paseo? El viento es un enemigo de la vista, arrastra polvo y pequeños residuos que se introducen en los ojos siendo del todo molesto.
Exposición a las estufas y al aire acondicionado
El clima a veces puede ser bastante impredecible, y socializar al aire libre puede ser a menudo un asunto frío o un infierno de calor. Por suerte, podemos confiar en las estufas para calentar el ambiente en las terrazas de bares y restaurantes y en los aires acondicionados en verano para huir del sofocante calor. Sin embargo, todo lo bueno tiene un coste, y en este caso, la factura la pagarán tus ojos si no tienes cuidado. De hecho, las estufas de exterior, al igual que el aire acondicionado, pueden secar los ojos muy rápidamente y causar una gran incomodidad al reducir el nivel de humedad del aire que te rodea.
Deporte y actividades de ocio al aire libre
Si te gusta correr, ir en bicicleta o jugar al tenis, sin duda habrás experimentado el lagrimeo de los ojos mientras practicas tu deporte favorito. El caso es que, sobre todo en esas ocasiones, mientras haces ejercicio al aire libre, quieres contar con una visión perfectamente clara. Lo ideal es que no tengas que preocuparte constantemente de que te entren cosas en los ojos y te estropeen el tiempo que pasas al aire libre.
El uso de mascarillas
Llevar mascarilla es esencial para ayudar a reducir la propagación de la COVID-19. Cuando viajas en trenes con mucho tráfico, en el metro o cuando te encuentras en un lugar con mucha gente, no debes de correr el riesgo de ir sin mascarilla. Sin embargo, todos sabemos lo incómodo que puede resultar a veces, ya que nuestros ojos tienden a deshidratarse. Es posible que hayas oído hablar del llamado "Ojo Seco Asociado a la Mascarilla'". Exhalar con la mascarilla puesta puede ser un poco molesto, la respiración se canaliza por los huecos de la nariz y acaba en los ojos, lo que provoca la evaporación de las lágrimas y la sequedad de la superficie.
Gotas para los ojos: una solución para el picor de ojos
Las gotas para los ojos pueden ser realmente útiles en cada una de las situaciones mencionadas anteriormente. En primer lugar, ayudan a lubricar los ojos y a reponer su humedad natural, además de aliviar la irritación y el enrojecimiento.
Lágrimas artificiales para un alivio rápido
Las lágrimas artificiales actúan rápidamente para calmar e hidratar los ojos, ayudándote a llevar las lentillas durante más tiempo sin problemas.
Durante el día, especialmente cuando los ojos están expuestos al viento o al polvo, es probable que los sientas irritados y las gotas para los ojos pueden aliviarlos. También pueden ayudar a eliminar la suciedad o los residuos que puedan estar causando una visión borrosa o distorsionada.
Si usas lentes de contacto, recuerda que solo debes usar gotas que indiquen específicamente que son compatibles con lentillas.
Nuestros ópticos recomiendan: Systane ULTRA de Alcon
Las gotas oculares Systane ULTRA de Alcon se basan en una fórmula y una tecnología únicas que actúan de forma inteligente sobre la superficie del ojo para mantener la humedad.
Estas lágrimas artificiales de acción rápida proporcionan un confort y una protección óptimas contra la irritación y la sequedad, ya estés pasando largas horas delante de una pantalla, leyendo, haciendo deporte al aire libre o conduciendo.
Además, las gotas Systane ULTRA son prácticas y fáciles de usar. También son compatibles con las lentes de contacto y pueden aplicarse directamente sobre ellas mientras las llevas puestas, por lo que no tienes que preocuparte de quitarte, guardar y volver a ponerte las lentillas. Hoy en día, la vida es muy acelerada para la mayoría de nosotros, por lo que es importante equiparse con productos para el cuidado de los ojos que se puedan utilizar sobre la marcha. Muy sencillo: 2 gotas de Systane Ultra y... ¡Nadie podrá frenarte!
