Más baratas que en tiendas físicas

5 consejos para montar en bicicleta con lentillas

La escasez de gel de manos, papel higiénico o harina durante el confinamiento ha dado paso a una fiebre nueva: las bicicletas. Ya sea para evitar el transporte público y minimizar el riesgo de contagio por Covid-19 o simplemente para hacer ejercicio, las bicicletas son un bien muy codiciado estos días.

Según la Asociación de Marcas de Bicicletas de España (AMBE), las tiendas de bicicletas han facturado un 300% más tras las primeras fases del estado de alarma. Este súbito interés sin duda va a atraer a ciclistas primerizos a las carreteras y va a animar a los más expertos a pedalear con más frecuencia. Uses para lo que uses la bici, tener una visión nítida y sin obstrucciones es esencial si queremos disfrutar del ciclismo con total seguridad. Seguramente te imagines por dónde vamos: ¿cuál puede ser el metodo de corrección visual que se complemente mejor con el casco o las gafas de sol, te proporcione total libertad de movimiento y ofrezca la mejor visión periférica? Exacto: las lentes de contacto. Por eso, hemos recopilado 5 consejos básicos para andar en bicicleta con lentillas. ¡Manos al manillar!

Una vista clara y cómoda

Primero, lo más básico: a la hora de ir en bici hay que tomarse muy en serio la vista. Es esencial tener una visión nítida y una buena salud ocular, así que asegúrate de estar usando las lentillas que mejor te vengan. Unas lentillas cómodas deberían mantener los ojos hidratados hasta el punto de que te olvides de que las llevas puestas. Si ese no es tu caso, te recomendamos que te hagas una revisión de la vista gratis en la óptica y hables con ellos sobre este asunto.

Nuestros ópticos recomiendan pasarse a las lentillas diarias a la hora de ir en bici, ya que son más cómodas, prácticas e higiénicas. Las lentillas diarias te las quitas al final del día y las tiras sin preocuparte de rutinas de limpieza y sin que les dé tiempo a acumular depósitos de impurezas. Y a la mañana siguiente, a estrenar lentillas de nuevo. Además, como vienen en blísters individuales, si no las utilizas cada día, una caja de 30 te puede durar bastante más de 30 días.

Cuidado con el polen

El polen está en todas partes, no sólo en el campo. Si vas en bici por un parque o incluso una carretera con árboles, las partículas de polen también pueden llegar a tus ojos, generándote los temidos síntomas de la alergia al polen. Asimismo, otros factores ambientales pueden causar sequedad ocular, como la contaminación. Existen diversas aplicaciones para controlar los niveles de polen que puedes utilizar para mantenerte al tanto de esta información. Si tus ojos necesitan un empujoncito para mantenerse hidratados, aplícate lágrimas artificiales antes y después de montar en bici y ya verás cómo notas el frescor instantáneo.

No te olvides las gafas de sol

Los rayos UVA y UVB son muy perjudiciales para tus ojos incluso en días nublados. Pero no te preocupes, porque existen muchos modelos de lentillas con filtro UV, diseñados con una capa de protección extra frente a los rayos ultravioleta. Pero no basta con usar lentes de contacto con filtro: compleméntalas con unas buenas gafas de sol homologadas para disfrutar de una protección total.

La comodidad es lo primero

Ahora que tus ojos están ya cómodos, tienes que asegurarte de que el resto del equipamiento también esté a la altura. En primer lugar, usa un casco robusto, ligero y bien ventilado. Y un modelo que te guste, claro, si no las probabilidades de que te dé pereza ponértelo aumentarán cada día. Otra de las ventajas de andar en bicicleta con lentillas es que te olvidas de que se empañen las gafas con la mascarilla, o de tener que parar a mitad de camino para limpiarlas.

Además, asegúrate de llevar ropa cómoda y que no se enganche con los pedales y platos. Fibras naturales como el algodón o el lino son una magnífica opción, ya que son muy transpirables.

Agua, agua, agua

Haga frío o calor, ir en bici te va a dar sed. Estás ejercitando todo el cuerpo y, aunque sea un poco, algo vas a sudar. Para cuando sientas la sed, seguramente ya estarás deshidratado. Lo mejor es intentar beber pequeñas cantidades de agua de manera frecuente. Además, una buena hidratación general afecta, y mucho, a la hidratación de los ojos, siendo un arma muy fácil y efectiva para combatir la sequedad ocular.

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